sábado, 5 de noviembre de 2011

Volver.

¿Quién dice que no existen los zombies, que no se está muerto en vida, que hasta los vivos se mueren sin saberlo viviendo por pura inercia sumidos en el tedio & el gris cotidiano? Nadie. Nadie puede decirlo porque es una realidad irrefutable.
Fui el claro ejemplo de esa vida sin vida por tanto tiempo, bueno, nunca me importó vivir así, vivir sin vivir, vivir a medias... no me importó & me consumí en lo que siempre odié, terminé por convertirme en la persona que nunca quise ser & acabé regalándole mi aire a un experimento de Medusa, sí, a una piedra sin venas ni piel.
Fui por mucho tiempo la que bajaba de peso, la que no necesita dormir ni comer ni pensar ni cantar ni levantar la cabeza. Fui la que se fue de la realidad... pero llegó el momento de volver.

Bien, a decir verdad ya llevo varios días aquí, incluso semanas. Había olvidado cómo se sentía el aire ligero, el buen apetito, los sueños tranquilos pintados de amarillo, la esperanza & el dolorcito en los cachetes por una mueca permanente en forma de paréntesis abierto. Había olvidado que la vida es vida cuando así se quiere & que las nubes no sólo están en el cielo. Había olvidado el calorcito en el pecho causa de un corazón enamorado & pleno. Había olvidado lo que era vivir... & vaya si se siente bien volver a recordarlo, trabajar en ello, vivir de nuevo, vivir mejor que nunca.
Había olvidado tantas cosas. Qué impresión.
Había olvidado las cosquillas en los dedos cuando se deja de tener sexo por necesidad & se hace el amor sintiendo que el mundo se va evaporando & no existe nada más. Había olvidado construir planes valiosos, había olvidado que la vida se hace como se quiera hacer & que no hay pero que valga cuando se tiene lo que se quiere justo en frente.

He vuelto. He vuelto a la vida para quedarme, para no irme nunca más. He vuelto caminando sin afán por el mejor de los caminos; un camino lleno de destellos color azul cyan, lleno de virtudes, de buenos momentos, de nuevos sueños, de puentes estables, de nubes dulces & de prados tan verdes que me hacen saber que es éste el camino sobre el cual quiero permanecer.
He vuelto sin miedos, sin peros, sin amarras inútiles & con la fe renovada. He vuelto porque me sobran los motivos para no querer irme, porque jamás me había sentido así, con nada, con nadie. He vuelto & mi casa es el par de brazos más cómodos, la boca más suave, la mente más ilustrada, el alma más diáfana, los ojos más sinceros & el corazón más puro. He vuelto & quiero quedarme aquí. Quiero quedarme en ti, pues eres la dosis perfecta de locura, de calma, de ganas... la perfección en la imperfección, la alegría en la ironía, la victoria de mis luchas, el tesoro que ni Barba Negra podría imaginar.
Quiero quedarme aquí, contigo, por siempre, con todo lo que siempre quise & ahora puedo amar.

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