sábado, 5 de noviembre de 2011

¿A qué sabe el jugo de luna?

Me quedo mirándola un buen tiempo & no logro entender qué fue aquello tan bueno que hice para merecerla... Ahora todo tiene más sentido que nunca & sé bien que no me permitiría dar otro paso en falso, no daría espacio a equivocaciones ni a terceros del pasado o de una que otra treta que tenga planeada la providencia para mí.


En los primeros años de mi vida solía especular sobre el sabor del jugo de luna. Pasé meses & meses preguntándome lo mismo, creyendo que podría saber a pudín o tal vez a play doh con miel... nada. Nunca conseguí darle respuesta a mi duda & comencé a crecer & a hacerme otro tipo de preguntas; a veces muy académicas, a veces muy ridículas, a veces muy existenciales, a veces simplemente me limitaba a no preguntarme nada. Así transcurrió la mayoría de mi vida: Permitiéndole a mi mente divagar cuanto quisiera & fluctuando tontamente entre extremos sentimentalistas & repletos de ilusión.

Tardé muchísimo tiempo en quitar ciertos velos de mis ojos, o bueno, en dejar que cierta chica los quitara sin afán & con todo su amor. Tardé tanto que aún teniéndola conmigo permití que anarthas sin sentido se apoderaran de mi débil conciencia & me llevaran a caer en errores oscuros a los que ahora no les veo ni pies ni cabeza. ¡¿Qué carajos estaba pensando?! Han pasado cinco meses, & ahora, que ese error no es más que un baúl guardado en mi pasado & que veo con claridad el inmenso tesoro que tengo en frente sé que me castigaría inmensamente antes de que mi vista & mis sinceras convicciones trataran de nublarse otra vez.

Nunca más. Nunca sería capaz de encharcar sus ojos de nuevo. Nunca sería capaz de quitarle lo que tanto me gusta en ella: su sonrisa & su capacidad de ser tan feliz que contagia a quien sea que la rodee.

Ésta vez soy consciente de lo místico que es ese amor que me profesa & de cada uno de sus efectos en mí. Bueno, es tan difícil de explicar que ponerlo en letras quizá cueste el doble. No importa. Ésta vez siento que necesito decirle lo que tal vez le he dicho poco, siento que necesito aprovechar cada oportunidad que ella & la vida me dan para recordarle cuánto le amo & cuánto es capaz de cambiar toda alineación planetaria & ordenar cada uno de mis segundos con un simple movimiento.

No es tán facil explicar por qué siento cargas inmensas de cómoda electricidad cuando toco la piel bajo su camisa con mis manos torpes o por qué el cuerpo deja de pesarme & siento que comienzo a levitar cuando me besa sin miedos ni afanes. Verán, no sé si me explico; no es fácil hallar el por qué de los nudos sin dolor en mi diafragma cuando me mira fijo & sonríe de repente o el por qué de todas mis visiones seguras & a color de mi futuro a su lado. Aún me cuesta comprender cómo es que luego de mi escepticismo frente a lo romántico & metafísico siento tanto calor en el pecho al caminar de su mano & tanta plenitud al escuchar un "te amo" de su parte. Sí. Me cuesta. Me es algo -aún- tan difícil de creer... es que ella detiene el tiempo de todos los relojes cuando la suavidad de su piel pasa sobre la mía, cuando me habla de prometedores planes; de Canadá, de Capurganá, de huertas con fresas, de hijos con sacos de lana & de felices canas.

Hoy sé que no habrán esbozos de tontas intromisiones que no logre bloquear, que no habrán acciones sin previa planificación, que no habrá brecha alguna entre el deseo, la palabra & la acción. Sé que no me permitiré pasar un día sin ella, sin su magia, sin su amor, sin su paciencia, sin su bondad infinita, sin su tesoro inconmensurable de cualidades & bendiciones...

... Hoy, por fin, sé sin duda a qué sabe el jugo de luna.

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